Siguiendo el hilo de nuestro post anterior, en esta nueva entrada vamos a centrarnos en aclararte las diferencias más en detalle de dos de las opciones de custodia: la monoparental y la compartida. 

Y es que sin duda en los bufetes que contamos con abogado de divorcios en Palma de Mallorca sabemos que uno de los temas más difíciles de negociar en tu divorcio es el referente a la custodia de tus hijos. Por norma general, ambos padres deseáis ver a los pequeños el máximo tiempo posible y, por el bien de todos, se decide negociar una custodia compartida a través de la cual, ambos progenitores obtendréis el mismo tiempo de convivencia. Mientras que en la custodia monoparental, el progenitor que no obtuviese la custodia vería a tus hijos los fines de semana alternos y una o dos tardes entre semana, lo que podría deteriorar la relación entre el padre o la madre que no obtuviese la custodia y tu hijo.

Sin embargo, desde el punto de vista de un experto abogado de divorcios en Palma de Mallorca, creemos necesario aclarar que, independientemente de la custodia acordada, ambos progenitores obtendréis la Patria Potestad. Esto quiere decir que ambos progenitores tomaréis, conjuntamente, las decisiones que atañen a los asuntos sanitarios, educativos o religiosos de los menores. Y en caso de que no existiese un acuerdo, sería el juzgado el que lo resolvería.

Además, en las custodias monoparentales, el progenitor que no obtuviese la custodia, debería ingresar la manutención correspondiente. Mientras que en el caso de la custodia compartida, los progenitores aportaríais una ayuda económica acorde a vuestros ingresos.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando uno de los niños quiere vivir contigo y el otro con tu expareja? En ese caso, el juez tendría en cuenta diferentes factores como las circunstancias familiares, personales, sociales, materiales y culturales, así como vuestras circunstancias personales como progenitores y las necesidades afectivas de tus hijos, para establecer la sentencia.

Finalmente, si uno de los progenitores incumpliese vuestras obligaciones familiares, deberá ir a juicio, arriesgándose a hacerse cargo de las costas, e incluso, a perder la custodia.

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